Rosa Regás
por
Ana Alejandre
Rosa Regàs Pagés, nombre completo de esta escritora, nacida en
Barcelona, en 1933.
La Guerra Civil fue el telón de fondo en el que se desenvolvió su infancia,
durante la cual fue enviada a Francia y, después, ingresó en un internado. Su
familia, como otras muchas de esa época, quedó disgregada tras la guerra.
En la ciudad condal cursó estudios de Filosofía en la Universidad de Barcelona,
y allí conoció a los poetas de la llamada generación del 50: Barral, Gil de
Biedma y Ferrater. Contrajo matrimonio a los diecisiete años, del que nacieron
cinco hijos.
Trabajó como editora en Seix Barral, desde 1964 a 1970 y, posteriormente, fundó
su propia editorial, La Gaya Ciencia, las revistas Arquitecturas Bis y
Cuadernos de la Gaya Ciencia. En dicha editorial de su creación trabajó hasta
1983, pasando ese mismo año a trabajar como editora y traductora en la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), residiendo, por dicho motivo, en
Ginebra, Nueva York, Washington y París.
De vuelta a España se instaló en Madrid y dirigió, entre 1994 y 1998, el Ateneo
Americano de la Casa de América.
Hasta 1989, cuando sus hijos fueron mayores, no publicó su primer libro con el
que inició su carrera literaria y que era una colección de relatos
titulada Ginebra (1989) que trataba sobre la ciudad homónima,
al que siguió la novela Memoria de Almator (1991), y otros
títulos como Azul (ganadora del Premio Nadal en 1994) que le
dió el espaldarazo literario, Viaje a la luz de Cham (1995), Luna,
lunera (1999, Premio Ciudad de Barcelona de Narrativa), el
ensayo Sangre de mi sangre (1998) y la novela La
canción de Dorotea (ganadora del Premio Planeta en 2001). Sus obras
más recientes son Per un món millor (2002), que es una
colección de artículos escritos para sus intervenciones en un programa
radiofónico, y la novela Diario de una abuela de verano (2004).
Ese mismo año fue nombrada directora de la Biblioteca Nacional, cargo que ocupó
hasta 2007.
Entre otras muchas distinciones, en 2005 recibió la Orden de Chevalier de la
Legión de Honor de la República Francesa y, también, en el mismo año, la
Generalitat de Catalunya le concedió la Cruz de San Jordi.
Escritora irreverente, polémica (recibió muchas críticas cuando fue directora
de la Biblioteca Nacional de España pòr su labor), contradictoria y siempre a
contracorriente, se define a sí misma como: "Sé defender una forma de
vivir, de pensar y de ser pero no creo en los valores universales y eternos, ni
en la moral natural, ni le veo el sentido a perder la vida por Dios, la patria
o el deber u otras formas más modernas de dominar las conciencias. Pertenezco a
la reserva de quienes sólo izarían banderas si estuvieran prohibidas, y sin
embargo tengo la lágrima fácil y cualquier gesta intrascendente, cualquier
estúpida heroicidad me hace llorar. Me merecen respeto muy pocas personas,
admiración bastantes y ternura la mayoría. Desprecio a los traidorzuelos, a los
vanidosos, a los fatuos, a los dogmáticos".
Ha sido galardonada con el Premio Biblioteca Breve 2013, por su novela Música
de cámara, galardón que se une a otros muchos que ya posee.
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